Hoy en día existen muchos tipos diferentes de impresoras en el mercado: de inyección de tinta, láser, multifunción, monocromos, impresoras fotográficas, impresoras de gran capacidad… En realidad las impresoras se pueden simplificar i dividir en dos tipos: impresoras para particulares e impresoras de oficina. Para encontrar la impresora que mejor se adapte a sus necesidades específicas de negocio, conviene hacerse previamente algunas cuestiones.
En términos generales, para saber cuánto cuesta una impresora de oficina, partimos de la base de que las impresoras más baratas tienen consumibles más caros y un mayor coste por página que las impresoras que en principio resultan más caras.
Por lo tanto, si sabemos que vamos a hacer un uso diario de la impresora para realizar trabajos de impresión de gran volumen, vale la pena invertir inicialmente más dinero y aprovechar después el menor coste de los consumibles con un alto rendimiento.
“Para un uso intensivo del equipo, es más rentable invertir más en la compra de la impresora de oficina y aprovechar la mayor productividad y el menor coste de los consumibles.”
Para obtener una aproximación del coste total de comprar una impresora de oficina podemos seguir el siguiente procedimiento: multiplicar el coste por página por el número de páginas que imprimiremos aproximadamente en un año, entonces se multiplican por el número de años que planeamos utilizar la impresora y, por último, agregamos el coste inicial de la propia impresora.
Compararemos estas cifras con cada impresora que vayamos a comprar para evaluar si efectivamente, estaremos realizando una compra rentable o no.
¿Comprar una impresora de oficina o renting?
La respuesta a esta pregunta depende de varios factores como las necesidades de impresión del negocio, o el uso que se hará del dispositivo. Una vez hemos detectado cuál es la mejor impresora para mi oficina, tendremos que buscar precios, opciones, ofertas… para encontrar la más rentable.
En esta búsqueda, investigación y comparación, nos daremos cuenta de que el renting resulta una opción no sólo más económica, sino más cómoda y ventajosa en cuanto a asesoramiento, mantenimiento y renovación de los equipos.
Al comprar una impresora de oficina, nos haremos cargo de todos estos aspectos. Ante una avería por ejemplo, no nos quedará más remedio que buscar un técnico especializado que arregle nuestra impresora.
En cambio, en el renting, pagamos una pequeña cuota mensual para poder hacer uso de los equipos de impresión, pero será la empresa de renting la encargada de su mantenimiento y de proveer los consumibles necesarios para que siempre funcionen de la mejor manera posible.
Comentarios recientes