La impresora es una herramienta que nos acompaña allá donde vamos. No importa si trabajamos en la oficina o teletrabajamos, su utilidad es indiscutible y, aunque la conciencia medioambiental hace que la usemos solo para lo imprescindible, lo cierto es que para muchas tareas aún es necesario sacar copias.
Los nuevos equipos multifunción han evolucionado de manera notable en las últimas décadas. Ahora no contamos con una fotocopiadora, por otra parte una impresora de cartucho, el fax conectado en otro mueble,… en la actualidad todas esas funcionalidades se incluyen en el mismo dispositivo. A ellas se unen otras aplicaciones como la gestión documental, que nos garantiza el cumplimiento de la ley de protección de datos así como una nueva manera de organizar ficheros en la nube.
Pero si hay algo que da rabia es reducir nuestra productividad por no saber sacar partido a la fotocopiadora, que surja una avería inesperada o un siempre los inoportunos atascos de impresoras. ¿Qué podemos hacer en esos momentos? Antes de nada, armarnos de valor con mucha paciencia y entender por qué ha ocurrido para evitar que se repita en el futuro.
Cómo actuar ante los atascos de la impresora
No tires del papel. Es la reacción más habitual pero no la más recomendable. Cuando observes que la máquina se ha parado por un atasco, apaga la impresora y desenchúfala de la red. Identifica dónde se ha enganchado el papel y abre la bandeja que corresponda, la frontal o la de la parte trasera. Retira el tóner o el casete de alimentación si es necesario para sacar el folio sin romperlo. Si se nos arranca puede ser peor. Al quedarse pequeñas piezas de papel en el interior que no podemos controlar, favorecemos averías de mayor envergadura. Por lo tanto, hazlo con las dos manos, para que el folio se deslice poco a poco de manera uniforme.
Comprueba el gramaje del papel. Uno de los motivos del atasco es que hemos escogido de manera inadecuada el grosor de las hojas. Puede que lo desconozcas, pero los fabricantes hacen recomendaciones de cuál es el papel más adecuado para cada máquina, precisamente para alargar la vida útil de la fotocopiadora.
Ajusta las guías de entrada. Dedica unos segundos a preparar la impresión antes de lanzar la orden desde el ordenador. Es un detalle que cuesta muy poco pero que facilita que el trabajo final sea el esperado.
Cuidado con los folios ya usados. Estamos muy a favor de la impresión a doble cara y de reutilizar papel que aún podamos aprovechar pero no todo sirve. Solo usa material en perfecto estado. Todo lo que incluya grapas, arrugas, rasgados o donde falten esquinas o pequeños trozos, es generador de posibles averías. Piensa que por ahorrar algo de dinero puedes generar un coste mayor: el de toda la fotocopiadora.
Si ya dispones de un servicio de renting de impresoras, consulta con tu proveedor antes de solucionar averías por ti mismo.
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