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En los últimos años, la tendencia hacia la ecología se ha hecho evidente en muchos aspectos de nuestro día a día, y esto se debe reflejar en nuestro ambiente de trabajo. No se trata tan sólo de una moda o de una manera de limpiar nuestra consciencia: se trata de la obligación moral de reducir nuestro impacto en la naturaleza y en seguir una línea que no sólo beneficia a todos, sino que además se ha demostrado que es una fórmula más que rentable.

El reciclaje, la fórmula de aplicar los principios de la ecología más común, no sólo abarata costes reduciendo el gasto en material, sino que reduce considerablemente la explotación de bosques, y promueve una industria consecuente con nuestras necesidades del día a día sin que ello conlleve esquilmar nuestro ecosistema.

Pero las medidas para proteger nuestro medio ambiente no deben quedarse en destinar un espacio para depositar el papel usado o promover la reutilización de éste por las dos caras. Podemos continuar aplicando medidas ecológicas y, de paso, reducir gastos con otras acciones.

Empresa ecológica

 

Ser consecuentes con el gasto energético

Ordenadores, luces, aparatos de aire acondicionado… son gastos de electricidad que se deben llevar a cabo para el funcionamiento óptimo de la actividad laboral, pero eso no significa que se usen de cualquier forma.

Buenas prácticas como dejar en modo hibernación los ordenadores mientras no se usan, mantener la oficina a una temperatura constante, con uso de aislamientos térmicos y vigilando que no se produzcan fugas con aperturas innecesarias de puertas por ejemplo, apagando luces de estancias como el cuarto de baño cuando no se usan etc. Son sólo alguna de las recomendaciones universales que nos ayudarán a tener una oficina 100% ecológica.

Promover el uso de materiales y aparatos ecológicos

Por lo pronto, que todos los aparatos de la oficina posean la calificación A o superior en la escala de certificación energética es un paso más que necesario. Con ello, nos garantizamos que el consumo de estos aparatos es mínimo y no gastan más recursos de los necesarios para hacerla funcionar, pero hay más acciones en el uso de materiales de oficina que ayudan a ahorrar y a ser consecuentes con el Medio Ambiente.

Por otra parte, hay líneas de productos de oficina que van más allá. El uso de impresoras ecológicas es un ejemplo de un aparato que, teniendo la misma funcionalidad de la que se espera, incorpora funciones que ayudan a mejorar nuestro ecosistema: incorporando el primer tóner borrable del mercado, Toshiba permite con esta fotocopiadora borrar la impresión si es necesario para poder reutilizar el papel, ahorrando hasta el 80% de recursos a la par que se reducen las emisiones de carbono.

Habilitar espacios racionales

El simple hecho de cambiar la zona donde se toma el café hacia una con luz natural no sólo evita el encendido y apagado de la estancia constantemente, sino que es consecuente con un espacio reservado para el relax.

La cultura ecológica no sólo está pensada para reducir el impacto medioambiental, sino que va más allá y es consecuente con acciones que nos muestran que el pensamiento verde es consecuente y no es tan sólo una filosofía que imponer, sino la solución más adecuada a muchas de nuestras necesidades.

Ahorro, comodidad, adecuación… son el resultado de aplicar consecuentemente los principios de la ecología, por tanto… ¿Para qué esperar a unirnos a la revolución verde?

Fotocopiadora Ecológica e-STUDIO306LP

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