Seguro que te has dado cuenta de que cada vez más los electrodomésticos, smartphones, equipos de impresión y demás gadgets tecnológicos tienen una vida útil muy definida. A esto se le llama obsolescencia programada, pero, ¿Existe la obsolescencia programada en el caso de las impresoras?
Antes de profundizar sobre la obsolescencia programada en impresoras, vamos a ver que y por qué el calendarizar el fin de ciclo de funcionamiento de un producto.
¿Qué es la obsolescencia programada?
También llamada obsolescencia planificada, es una práctica muy común hoy en día por parte de los fabricantes de productos, especialmente, tecnológicos.
Se trata de planificar, desde el proceso de diseño y la fabricación de producto, una “fecha de caducidad” en la que el producto empezará a fallar hasta que tengamos que sustituirlo.
No implica que el producto deje de funcionar en una fecha muy concreta y ya. Muchas veces, en la mayoría, el producto está en perfecto estado como para prolongar su vida útil. Mediante, la falta de repuestos o actualizaciones de sistema con incompatibilidades, se nos “obliga” a comprar otro.
¿Qué función tiene la obsolescencia programada?
Simplemente, generar más ingresos debido a la compra más frecuente de productos para, generar beneficios económicos continuos por periodos de tiempo más largos a empresas y/o fabricantes.
¿Encontramos esta obsolescencia programada en impresoras?
Obviamente, no se puede realizar una afirmación categórica sin haber realizado un benchmarking de los productos de las diferentes marcas de impresoras. No obstante, hay que decir que la industria no está totalmente exenta de esta práctica.
Obsolescencia programada en impresoras
Vamos a un caso real ocurrido en Francia.
La legislación francesa reconoce como un delito las prácticas de obsolescencia programada (recogido en la ley de transición energética de 2015). Las penas pueden llegar a dos años de prisión y una multa de 300.000 €.
La asociación francesa Stop a la Obsolescencia Programada (HOP) presentó ante la fiscalía del país una denuncia contra algunas empresas fabricantes de impresoras como HP, Canon, Brother y Epson.
Esta asociación, les acusó de acortar deliberadamente la vida útil de impresoras y cartuchos.
¿Cómo evitar la obsolescencia programada en impresoras?
Como consumidores no sólo tenemos la capacidad de elección de lo que compramos. También podemos realizar medidas concretas para acabar con la obsolescencia programada.
Algunas de estas medidas que puedes tomar son:
- Repara tú mismo las averías menores. Si eres un poco manitas, en la web tienes infinidad de recursos para aprender a reparar incidencias menores de tus aparatos electrónicos. Evitas así tener que comprar uno nuevo.
- No te dejes seducir por el consumismo. Aparte de la obsolescencia programada los fabricantes también gastan dinero para inducir a pensar que el móvil o la impresora que tienes están anticuados. Es posible que tu antigua impresora no pueda imprimir desde una red WiFi, pero, te puede seguir siendo útil
- Apostar por empresas que miran al futuro. Toshiba, es una empresa en la que la obsolescencia programada no es una norma. Por el contrario, apuesta por programas de sostenibilidad y ecología y por la transformación digital.
Las impresoras para pymes que desarrolla Toshiba te acompañan y ayudan en el día a día y en el futuro de tu empresa.
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