Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado pero es difícil resistirse a las ventajas que aporta la lectura en un papel físico. Al margen de cuestiones sensoriales, el hecho de no tener una pantalla y multitud de entretenimientos y notificaciones que no paran de entrar, hacen que el acto de la lectura sea muy distinto en digital y en analógico.
Quizá ese sea uno de los motivos por el que los modelos de oficinas evolucionen pero en ninguna falten modernos equipos multifunción. También porque la fotocopiadora hace años que dejó de ser un mero elemento para copiar y ya es un dispositivo que facilita la gestión de proyectos, tareas y equipos gracias a tecnología como el cloud computing.
Ahora bien, hemos de reconocer que para la mayoría de personas sigue siendo una rareza conocer realmente cuáles son las partes de la fotocopiadora de oficina y cómo sacar buen partido de todas sus funcionalidades. Por ello, a continuación listamos las partes principales de una fotocopiadora, sin las cuales, algo tan básico para la gestión documental no sería posible.
Partes principales de una fotocopiadora de última generación
Platina/alimentador de documentos. Se trata de la placa de vidrio sobre la que se pone el documento que se va a copiar. Es de suma importancia mantenerlo limpio, pues cualquier mancha o resto en este cristal se refleja en la copia. De igual forma se debe tener cuidado al hacer copias de documentos grapados, ya que las propias grapas pueden llegar a rayar el cristal de exposición y que con ello, aparezcan sombreadas rayas de distinto tamaño sobre el papel impreso.
Captura de la imagen. Esta es la lente o escáner ubicada debajo de la platina, mediante la cual se hace un barrido para capturar la imagen. Por la misma razón que para la impresión de fotocopias, debemos mantener limpia la platina para un escaneado documental sin motas ni manchas.
Tóner. Es el cartucho que contiene la tinta que usa el equipo multifunción. En la gran mayoría de fotocopiadoras profesionales se trata de un tipo polvo que está especialmente formulado para llevar una carga eléctrica. En el caso de las fotocopiadoras monocromáticas usan solo el tóner negro, mientras que las copiadoras a color usan además el resto de colores (cyan, magenta y amarillo).
Suele suponer el elemento de mayor coste de mantenimiento por su recambio, que debe ser solo de piezas compatibles con cada marca y evitar los reutilizables o reciclados, que pueden obstruir la maquinaria y causar averías de gravedad. Si optas por el renting de impresoras profesionales, al tener la modalidad de pago por uso, te ahorras el cambio y mantenimiento del tóner.
Entrada de papel. El papel se pone en una bandeja de carga y son muchas las fotocopiadoras de gama media y grande que poseen cajones para la colocación de multitud de tamaños y gramajes. Ello permite imprimir sobres y formatos que se salen del estándar Din A4, aumentando las posibilidades de impresión de tu oficina.
Tambor. Una vez que la imagen es capturada por el escáner, ésta se copia en un dispositivo fotorreceptor o tambor, que la transfiere al papel a través de una carta electrostática.
Fusor. El fusor está compuesto de un rodillo de calor y uno de presión. Ejercen presión y emiten calor que posibilitan que la tinta no destiña y que por tanto, se fije y adhiera correctamente al papel.
Salida. Este dispositivo puede ser una bandeja de recogida muy sencilla en la cual nos llegan las hojas impresas. Son muchos los modelos de fotocopiadoras que incluyen acabados opcionales, como la compaginación en un orden preestablecido, las grapan y/o las doblan. Todo depende de la gama elegida y de las necesidades de la propia oficina.
Aunque el conocimiento de los tecnicismos y elementos internos no tiene que ser profesional para usar una fotocopiadora sencilla y cómodamente, cuánto más conozcamos las funciones y partes principales de una fotocopiadora profesional, mejor rendimiento y provecho obtendremos de ella.
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