Si estás pensando en cambiar de impresora, seguro que son un montón las dudas que te vienen a la cabeza de tanto realizar comparativas entre multifuncionales. Hoy os vamos a hablar de un tipo concreto de máquina, en concreto de las impresoras de sublimación. Pero, antes de entrar en materia, lo primero que debemos hacer es decir en qué consiste este término que tanto nos llama la atención: la sublimación.
La sublimación se trata de una técnica de impresión digital mediante la cual se plasma una fotografía sobre un soporte de cualquier material. Es una solución ideal para aquellas personas que tienen en mente comenzar un negocio de regalos personalizados, por ejemplo, aunque tiene otras aplicaciones como las textiles.
Sigamos aprendiendo sobre ellas y cómo te pueden ser de utilidad.
¿Cómo funcionan las impresoras de sublimación?
Las impresoras de sublimación transfieren la tinta al objeto a través del calor. De esta manera, se imprime la foto o texto a una grandísima calidad profesional, desde su cinta de cuatro colores.
La nitidez ronda la perfección, siendo superior en muchas ocasiones a la que ofrece otras impresoras de inyección de tinta o láser. No son unas máquinas para uso personal, al menos no es lo que solemos tener en casa para imprimir folios.
Por el contrario, las habrás visto en los comercios donde se personaliza ropa como sudaderas, camisetas o polos. Su uso es muy versátil y merecen la pena incluso para trabajos con una sola prenda. Así no es raro verlas trabajar para equipaciones deportivas de colegios o fiestas.
A nivel técnico, si eres de los que te gusta saber cómo ocurren las cosas, comentarte que las impresoras de sublimación de tinta cuentan en su interior con una cinta que incluye los cuatro colores básicos (cyan, amarillo, magenta y negro). Así, de esta forma, se imprimen los tonos uno a uno en el lugar específico que se desea, ya sea en un papel de sublimación que posteriormente se transfiere a la tela mediante calor, o directamente sobre la tela. Esto ya varía en función del modelo de impresora que tengamos.
No obstante, es bueno saber que su uso requiere de ciertas destrezas dado que, para llevar a cabo el proceso de sublimación mediante el papel, se deben seguir unos pasos muy precisos y conocer la cantidad de calor y tiempo que se requiere para el objeto sobre cual se aplica la técnica.
Por ejemplo, si se quiere utilizar la técnica de sublimación sobre tela, ésta debe ser blanca o color claro y de poliéster si no queremos correr riesgo con los acabados finales.
Su proliferación en el mercado ha hecho que las encontremos a precios asequibles a todos los bolsillos. Aunque, si eres una empresa que desea explotar su uso para sacarlas rendimiento, merece la pena contemplar la opción de renting. Así evitarás un desembolso inicial alto que te descapitalice o desequilibre tu tesorería, con la ventaja añadida de que las empresas de renting de impresoras te apoya con servicio técnico y puedes cambiar de máquina cada pocos años sin que tu bolsillo lo note.
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