Hay una máxima cuando estamos valorando cambiar de impresora y comenzamos a mirar una nueva: queremos que imprima rápido.
Es normal, a nadie le apetece esperar de pie frente al equipo multifunción viendo la vida pasar mientras sale un folio detrás de otro, ¡y por supuesto cruzando los dedos para que no haya un atasco!
Sobre todo cuando operamos con documentos muy extensos el tiempo es oro, pero no te quedes solo con el detalle de cuán rápido trabaja la fotocopiadora, sino que depende de qué calidad esperas de ella. No es lo mismo un borrador que necesitamos para revisar que el trabajo final para una entrega a cliente, por ejemplo. No obstante, hay distintos factores que interfieren en la velocidad de una fotocopiadora profesional. Por eso hoy en Fotocopiadoras y Pymes te los explicamos para que los valores de cara a la nueva adquisición de una fotocopiadora de renting.
Cómo se mide la velocidad de una impresora profesional
Merece la pena comenzar explicando que cuando hablamos de velocidad de impresión nos referimos a la máxima velocidad de páginas que una máquina es capaz de imprimir por minuto, dando todo lo que puede de sí.
Actualmente, antes de adquirir un nuevo equipo multifunción, los fabricantes ya indican este dato. Antiguamente se utilizaban otros parámetros, dado que se medían caracteres o líneas impresas. Ahora el estándar es una página completa.
No obstante, este dato es solo un indicador dado que habitualmente no imprimiremos a máxima velocidad. No es lo mismo imprimir en formato borrador un documento de solo texto, que otro que contentan imágenes o gráficos, si es en blanco y negro o color, el gramaje del papel, si la impresora es wifi u operamos con USB… Como ves, hay un sinfín de elementos que van a modificar la velocidad a la que salen los folios por la fotocopiadora.
Si lo que buscas es la máxima eficacia, sigue estos consejos:
Consejos para aumentar la velocidad de impresión en tu fotocopiadora profesional
Elimina las fotos del documento si no son necesarias. Ocupan mucho espacio y la impresora tarda en procesarlas. Asimismo, gastan mucha tinta y, por tanto, ralentizan su impresión.
Tipo de papel. Sigue las indicaciones del fabricante en cuanto al modelo de papel idóneo para tu máquina. Esto puede parecerte irrelevante pero es determinante en la duración de la máquina y los acabados. No todos los papeles son iguales y, evidentemente, cuanto más baratos peores serán los resultados finales. Por tanto, lee el folleto de instrucciones y ajústate a lo marcado. Notarás la diferencia a la hora de hacer las entregas a cliente y también en el bolsillo.
Configuración avanzada. Acostúmbrate a editar los formatos de impresión antes de mandar el documento a la fotocopiadora. De esta manera, podrás sacar provecho a las opciones de impresión a doble cara, formato borrador, poner la letra más pequeña para gastar menos folios, etcétera.
¿Quieres información más específica antes de adquirir tu nuevo equipo? Contáctanos.
Comentarios recientes